jueves, 27 de septiembre de 2007

La vieja profesión de informar


Discurso de Juan Luis Cebrián, Asamblea General SIP


El renombrado periodista y a esta altura guru del perioidismo inició un discurso citando palabras de Kierkegard en su diario personal de 1849: “Si Cristo volviese al mundo, tan cierto como que yo vivo, no arremetería contra los grandes sacerdotes, sino contra los periodistas”, aludiendo a la responsabilidad de los medios y al de los profesionales que con o sin intención moldeamos maneras de pensar con cada letra que escribimos.


John Stuart Mill un honorable gurú del periodismo; así como el clásico Honoré de Balzac, han sido acérrimos detractores y críticos del ejercicio del periodismo por sus efectos y escritos que van desde la verdad a la mentira acuñando parte de la historia. Cebrián concluye en este sentido con que si se bucea en las etimologías del nombre de los periódicos es relativamente fácil explicar el pasado y presente de nuestra profesión y que siempre se está mirando el ombligo.

Esta discusión dice Cebrían, fue por mucho tiempo reiterada y pasó lo mismo con el avance del tiempo y el ingreso al escenario nuevas tecnologías. Pasó con la aparición de la radio, luego con la tv y ahora lo será con la existencia de internet.

La famosa frase hecha de que quien tiene la información tiene el poder, dice, no encierra ya ningún sentido. Todo el mundo tiene la información o puede tenerla, pues ha devenido en una especie de bien mostrenco que se produce y disemina por las más variadas redes de distribución, especialmente con internet el usuario accede a todo fácilmente y la característica de anticipación que era propia del periodista ya no es su monopolio.

Así en un discurso ameno, nuestro gurú Cebrián nos recuerda que incluso en el arte la realidad cambia como lo intentó enseñar Marcel Duchamp quien afirmaba que el arte no era sino la adopción de un punto de vista diferente sobre la realidad…y que cierto suena esto cuando en el periodismo también hay que asumir el punto de vista que no hay paso atrás. Esta es parte de nuestra gran realidad.


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